De acuerdo al cuadro sinóptico elaborado por Pere Marqués considero que “Los procesos de aprendizaje, constituyen una actividad individual, aunque se desarrolla en un contexto social y cultural, que se produce a través de un proceso de interiorización en el que cada estudiante concilia los nuevos conocimientos en sus estructuras cognitivas previas. La construcción del conocimiento tiene pues dos vertientes: una vertiente personal y otra social.”
Es decir, propia de una persona, y por el otro, este individuo se encuentra inmerso en una realidad social y cultural de la cual forma parte e interactúa a través de su pensamiento o acciones.
De acuerdo a las diversas clasificaciones de las concepciones del aprendizaje, en todas podemos encontrar relaciones congruentes con el enfoque en competencias. Desde el punto de vista personal, considero que éste es el resultado de varias teorías que se han venido dando a lo largo de la historia, pero que como su visión ha sido parcial, el enfoque en competencias integra y consolida postulados en la educación ante un contexto dinámico y en constante evolución.
Iniciando por la perspectiva conductista formulada por Skinner, es rescatable la postura de “ensayo y error con refuerzos y repetición”, en el sentido de que en un enfoque en competencias podemos repetir “n” veces la actividad para llegar a ser competente en la realización de la misma. En la parte superior del texto “Concepciones de aprendizaje” cita: “Todos los estudiantes pueden aprender, aunque algunos tardan más”. Esto es, podemos contar o no con ciertas habilidades o capacidades para enfrentar determinado problema pero en el mismo proceso de enseñanza aprendizaje vamos a reforzarlas o crear nuevos procesos para minimizar esfuerzos, o bien, aprender a resolver la situación desde cero.
En la Teoría del procesamiento de información, la organización y almacenamiento definitivo de la información, pero no como meros datos memorizados, si no como datos que pueden ser asociados para formar parte de redes que permitan contar con ellos cuando sea necesario, de manera permanente. En el enfoque en competencias, es indispensable que los saberes sean contextualizados para que se formen relaciones y sea más fácil relacionar el conocimiento y crearlo.
La experimentación directa con la realidad y el círculo en espiral: revisión y ampliación periódica de los conocimientos adquiridos, que propone la teoría del Aprendizaje por descubrimiento de Bruner, se relaciona directamente con el enfoque en competencias, en donde el medio o contexto que rodea una situación es indispensable así como la postura de estar dispuestos siempre a absorber nuevos conocimientos para resolverla.
En cuanto al aprendizaje significativo, la psicología cognitivista, el constructivismo y el socio-constructivismo, podemos decir que son corrientes que centran el aprendizaje en el individuo y que además procuran que su crecimiento educativo sea constante así como de gran impacto para la sociedad del conocimiento que no está aislada del mundo, sino más bien forma parte ella, por lo que las relaciones sociales son indispensables: alumno-alumno, alumno-maestro, alumno-maestro-contexto o realidad social.
Por último, en cada una de las corrientes educativas podemos notar ciertas intenciones que el enfoque en competencias maneja de manera integral. Así, las competencias genéricas solventan el desarrollo del individuo y su relación con el medio. Las competencias disciplinares centran su atención en las habilidades que en cada asignatura se desarrollarán para contar con una homogeneización de habilidades mínimas para poder expresarnos y hablar el mismo idioma basado en competencias.
Es decir, propia de una persona, y por el otro, este individuo se encuentra inmerso en una realidad social y cultural de la cual forma parte e interactúa a través de su pensamiento o acciones.
De acuerdo a las diversas clasificaciones de las concepciones del aprendizaje, en todas podemos encontrar relaciones congruentes con el enfoque en competencias. Desde el punto de vista personal, considero que éste es el resultado de varias teorías que se han venido dando a lo largo de la historia, pero que como su visión ha sido parcial, el enfoque en competencias integra y consolida postulados en la educación ante un contexto dinámico y en constante evolución.
Iniciando por la perspectiva conductista formulada por Skinner, es rescatable la postura de “ensayo y error con refuerzos y repetición”, en el sentido de que en un enfoque en competencias podemos repetir “n” veces la actividad para llegar a ser competente en la realización de la misma. En la parte superior del texto “Concepciones de aprendizaje” cita: “Todos los estudiantes pueden aprender, aunque algunos tardan más”. Esto es, podemos contar o no con ciertas habilidades o capacidades para enfrentar determinado problema pero en el mismo proceso de enseñanza aprendizaje vamos a reforzarlas o crear nuevos procesos para minimizar esfuerzos, o bien, aprender a resolver la situación desde cero.
En la Teoría del procesamiento de información, la organización y almacenamiento definitivo de la información, pero no como meros datos memorizados, si no como datos que pueden ser asociados para formar parte de redes que permitan contar con ellos cuando sea necesario, de manera permanente. En el enfoque en competencias, es indispensable que los saberes sean contextualizados para que se formen relaciones y sea más fácil relacionar el conocimiento y crearlo.
La experimentación directa con la realidad y el círculo en espiral: revisión y ampliación periódica de los conocimientos adquiridos, que propone la teoría del Aprendizaje por descubrimiento de Bruner, se relaciona directamente con el enfoque en competencias, en donde el medio o contexto que rodea una situación es indispensable así como la postura de estar dispuestos siempre a absorber nuevos conocimientos para resolverla.
En cuanto al aprendizaje significativo, la psicología cognitivista, el constructivismo y el socio-constructivismo, podemos decir que son corrientes que centran el aprendizaje en el individuo y que además procuran que su crecimiento educativo sea constante así como de gran impacto para la sociedad del conocimiento que no está aislada del mundo, sino más bien forma parte ella, por lo que las relaciones sociales son indispensables: alumno-alumno, alumno-maestro, alumno-maestro-contexto o realidad social.
Por último, en cada una de las corrientes educativas podemos notar ciertas intenciones que el enfoque en competencias maneja de manera integral. Así, las competencias genéricas solventan el desarrollo del individuo y su relación con el medio. Las competencias disciplinares centran su atención en las habilidades que en cada asignatura se desarrollarán para contar con una homogeneización de habilidades mínimas para poder expresarnos y hablar el mismo idioma basado en competencias.
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